lunes, 12 de abril de 2021

MAMÁ TIERRA

Estoy solo, estoy triste y cansado de tantas injusticias. Cuando miro el horizonte solo veo gigantes de ladrillo, donde antes estaban mis semejantes. Recuerdo cuando los niños venían a jugar atravesando los verdes prados y pasaban las tardes subiendo por mis ramas. Aquellos verdes prados dejaron de existir dando paso a la evolución a los adelantos de nuestros días, donde no hay lugar para mi. 


Hoy esos niños ya son padres, ya no recuerdan las tardes de diversión que pasamos juntos y han olvidado enseñar a las nuevas generaciones la sencillez de los juegos que compartimos. Las nuevas generaciones son la única esperanza que me queda para sobrevivir y recuperar mi lugar. Necesito que alguien les haga entender que no soy un objeto más, que soy un ser vivo, que soy necesario para su supervivencia.


Cuando ya no esté, será tarde para cuidar de ellos y de futuras generaciones. No te enfades mamá, pero necesito que les avises antes de que sea demasiado tarde.

  

  ARIADNA LAZCANO y JESICA DIEPPA

G-III 1 (M)

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