CARTA ABIERTA

 Carta abierta

A mi madre ( La Tierra).  Yo (la Humanidad)

Madre, sé que estas muy enfadada, porque nunca antes, jamás me habías castigado, como ahora, sin salir de casa.

¡No supe entenderte!. (miento), no quise pararme a pensar, (qué pérdida de tiempo… no podía parar), cuando me decías con tanta vehemencia “tu egoísmo y ansia de posesión va camino de destruirte. Nada es suficiente. Espero no llegues al punto en el que el arrepentimiento sea demasiado tarde. Quiero que recuerdes que perduraré al paso del tiempo, llevo muchos lustros haciéndolo, en cambio tú, sin duda alguna, perecerás.  Tendrás que abandonarme tarde o temprano y posiblemente de una forma cruel. Sería muy triste que acabases sin haber podido disfrutar de todos los bienes que te he ido ofreciendo a lo largo de tu existencia”.

He tenido que verlo, con mis propios ojos, para creer. Pero para llegar a este punto me has tenido que parar en seco. Y con un portazo fuerte y sonoro, me has dejado cautiva  durante un tiempo. He reflexionado.

 Te lo agradezco Madre,  mis estragos me han causado un enorme dolor. He podido observar tu florecimiento durante mi encierro. Se cuan bondadosa has sido y eres aún conmigo.

Durante mi doloroso cautiverio he podido reconocer el grave peligro en el que, te he puesto con mi afán egoísta al destruirlo todo alterando drásticamente la vida, en ti. 

Sé que no es suficiente con reconocer la degradación ambiental, la deforestación de bosques y selvas, la represa de ríos, el drenaje de humedales, la contaminación de océanos, aire y atmósfera y la extinción de cientos de especies (aproximadamente el 60% de animales vertebrados en los últimos 50 años.

Estamos viviendo una crisis climática de extremas temperaturas y fenómenos atmosféricos. Reconozco, ser la culpable de estos sucesos, urge la necesidad  de reparar los daños, de proteger y restaurar tus ciclos vitales para ayudarte a sanar y puedas florecer de nuevo con vida para albergarnos de nuevo y juntos reproducir.

Reconozco que la naturaleza es una vida plena y posee sus propios derechos. Ahora debo centrar mis esfuerzos, porque:

He de repensar sobre el modo en que interactuamos  con la naturaleza 

He de lograr un balance entre mis  necesidades y los recursos que nos proporcionas. 

He de dejar a un lado la explotación irracional, ilimitada e insostenible de tus recursos y elaborar un modelo de desarrollo donde se respeten los umbrales naturales, la capacidad de regeneración así como el derecho a existir y mantenerse.

Sé que, todo esto requiere un indispensable cambio cultural porque, es necesario delimitar los nexos entre economía, sociedad y naturaleza.

Necesitare una acción colectiva urgente (mundial), construir nuevos pactos, para el manejo responsable y justo de los bienes comunes. Estos pactos deberé articularlos teniendo en cuenta que la Educación es el motor clave para la aplicación de un futuro mejor y admitir que el cambio climático es la amenaza existencial de nuestro tiempo. 

Tengo la obligación de cuidar y protegerte, debo cuidar los bienes comunes (……). Cuidar la naturaleza significa cuidarme. Respetar los ciclos vitales es contribuir a que la inmensa diversidad biológica se mantenga y prospere.

El caminar en armonía entre nosotros Madre, no debe ser meramente un postulado, es y debe ser un instrumento de construcción de un mundo mejor, más justo, donde todos los seres vivos tengamos la oportunidad de ser felices.

Siento vergüenza, Madre, por todo el daño causado. Te pido humildemente perdón. Me has dado una enorme lección con tu encierro. He podido comprender que sin Ti no soy nada. 

Voy a procurar ser una persona mejor, más consecuente con mis actos y sobre todo no ser tan egoísta no ver más allá del yo (solamente yo) He aprendido la lección. Dura sin duda alguna.

¡¡ Caminemos juntas disfrutando de esta nueva etapa!!

Eskerrik asko Ama Lurra

https://youtu.be/0pCOhvz2-P8

Esther. Informática.